lunes, 27 de junio de 2016

EUPHORIAS

La vida, las experiencias, la forma de ser también, van haciendo costra; escudo que palía muchos dolores pero también atenúa muchas alegrías.
Ese filtro que hace que tanto las alegrías como las penas se "relativicen" y se vivan de manera mucho menos euphórica.
Hay gente, mucha, muy pasional que piensa que eso es vivir anestesiado. Que de esa manera las alegrías no se viven tan intensamente.
Hay otra, la más racional, cree que así las penas son menos dolorosas.
"Fort Rurosan" en ese sentido tiene murallas  (más que escudo), altas muchas veces. Es su forma de ser, de vivir. Y eso le ha llevado muchas veces a reunir a su consejo de sabios para decidir si tirar esas murallas o dejarlas, pero al final siempre llegan a la misma conclusión...
 Y es que esas murallas han ayudado a racionalizar muchos momentos malos, filtrarlos, y vivirlos más serenamente.
¿Y los buenos? ¿Vivirlos con menos euphoria significa vivirlos con menor intensidad? Pues pienso que no. Que mas bien es vivirlos más auténticamente. Con mayor consciencia. Al fin y al cabo, la euphoria distorsiona, magnifica, altera.... y después viene la resaca, y esa es más dura....
Y al fin y al cabo, es una forma de asegurarse que si un rayo ilumina la plaza del pueblo llenando de luz todos los rincones; si una voz resuena por las calles despertando con una sonrisa a todos los habitantes; si un olor despierta el apetito de todos y cada uno de los miembros del consejo... será algo que merezca mucho la pena.

jueves, 7 de abril de 2016

HERIDAS


 

Qué me pasa que me duele, le preguntó el niño a su madre. Por qué me molesta aún, si hace ya mucho tiempo que me caí….

Porque aún tienes heridas, le contesto la madre condescendientemente.

Y así era, ya que hay heridas, dependiendo del origen y la gravedad, que tardan en curarse más que otras.

Están las rozaduras, esas que un resbalón tonto, o un refregón con alguna esquina impertinente, nos  producen dolor intenso pero superficial, y que con un poquillo de agua y jabón se curan rápido.

Hay otras, que son más graves, más intensas. Esas que causan las grandes caídas (o grandes pérdidas, si hablamos de heridas del alma). Esas llevan un proceso más lento. Hay que usar medicamentos,  y a veces (casi todas) ayuda de un buen sabi@,  que nos evalúe el proceso de cicatrización. Pero esas también es cuestión de tiempo y paciencia acabar sanándolas.

Y luego están las profundas (crónicas las llaman). Buff, esas son las jodidas. Esas que aún perduran por debajo de lo nuevo. Como la tierra seca, estéril, arrasada por la falta de fuente (o por el fuego del dragón vencido), que queda debajo de los nuevos campos verdes sembrados, y que un día, casi sin darte cuenta, una mala tormenta hace que vuelvan a aflorar a la superficie. Y que ahí persiste, a pesar de las medicinas, a pesar de los sabi@s, de la buena energía puesta en que no vuela a aparecer…. Pero inexorablemente ahí sigue. Y hay que tener mucho cuidado y buen ánimo para que no nos lleven a la desesperación. Tener la mente clara y pensar que si ya se superó una vez (o varias veces) se va a volver a superar.

Y quien sabe, si alguna vez, la buena energía, un buen sabi@ o un buen medicamento (con prospecto en varios idiomas y aspecto a trigo) acaba por curarla. ¿Por qué no? Nunca se sabe.

jueves, 3 de septiembre de 2015

CATARSIS - LO SIENTO,  GRACIAS, TE QUIERO

Tras mucho darle vueltas, esta entrada va a ser un poco diferente. Quizás decepcionante, no lo sé. Pero es una necesidad.

Este Blog empezó como una necesidad personal de explicar de forma un poco diferente mi proceso de superar una situación un poco complicada. Encima repetida.
Como la situación se superó, aunque aún las secuelas siguen dando guerra, fue evolucionando a un medio mediante el cual expresar situaciones importantes de mi vida (de mi camino), tan importantes y tan determinantes como el origen del viaje (he ido constatando que todo es relativo y tiene su importancia en el camino, y en cada momento).

El caso que después de tanto caminar, y de unos meses de centrifugado permanente, ha llegado un momento vital en el que siento que los cimientos de Fort RuRoSan están patas arriba.
Mucho movimiento. Muchos habitantes entrando y saliendo. Muchas decisiones que tomar para un consejo que se siente muchas veces desbordado.
Y sí, eso ha llevado a Fort Rurosan a unos años de crecimiento brutal. Al final tantos estímulos, de tantos lados, tienen un punto maravilloso. He conocido gente increíble. He hecho cosas que han revolucionado mi forma de ser. Pero me siento incapaz de seguir manteniendo una megaciudad.     Fort RuRoSan, necesita asentar otra vez sus bases. Volver a su origen de pueblo, pequeño, manejable, donde los habitantes se conozcan por su nombre.

Aquí entra mi llamado "Mantra del Verano": Lo siento, Gracias, Te quiero

Lo siento
Y lo siento de veras. A todos esos habitantes que se sientan menospreciados, ahora o en el pasado. No ha sido mi intención molestar a nadie. Simplemente las cosas fluyen en un momento, y cuando dejan de fluir, mi forma de actuar es dejar que se las lleve la corriente.
A veces es difícil gestionar esta nueva forma de vivir, tan inmediata, tan efímera, en la que la ilusión a veces depende de un detalle insignificante. Sólo puedo decir que todo el/la/lo que entra en mi pueblo, es valorado, y tratado con la mejor de las intenciones.

Gracias
Hay mucho que agradecer. De hecho podía estar dando gracias durante días y no pararía.
Gracias a la vida, por seguir haciéndome ver el sol cada día. Gracias a los que pusieron los cimientos, sin ellos, no estaría. Gracias a cada uno de los habitantes que han pasado y que pasarán, aunque sea muy circunstancialmente, por llenar de buena energía las calles. Gracias a los horizontes, conseguidos o no, en desarrollo o en proyecto, y a los que se quedaron atrás, que son el mayor motor para seguir caminando. Y en especial Gracias a ese puñado de gente/actividades/lugares (pocos, pero maravillosos) que han hecho o/y hacen que se me ilumine el alma. Son los que hacen que sea como soy, y que siga aquí.

Te quiero
Siempre ha sido una expresión que me ha dado mucho respeto utilizar. Quizás por miedo a abrir el alma a un sentimiento real, pero de difícil comprensión, y que a veces acaba en dolor, ya que no depende de uno mismo, pero sí, existe. Y no sólo existe hacia los habitantes de siempre, de larga duración. He descubierto que es un sentimiento que se puede desarrollar con habitantes de paso, o con habitantes que acaban de llegar. Pero claro, es una expresión que pesa, a veces demasiado.


¿Y ahora qué?
Pues no lo sé.
No sé en que se convertirá este blog, que hasta ahora ha sido una forma de expresar mi forma de ser, de pensar, de vivir. Sé que me apetece seguir escribiendo, pero no sé hacia donde irá. Hacia donde fluya, como siempre.
Y Fort RuRoSan? Después de un verano con estímulos muy intensos, su próximo gran horizonte es muy ilusionante, pero aún lejano. Eso sí, nunca olvida "Que nada pone normas, sólo la vida". Es la única verdad absoluta que conoce.....




... Y mientras a lo lejos huele a café con cachuelas, y en la plaza mayor se proyecta este video, muy recomendable....

martes, 3 de febrero de 2015

IMPULSOS


El invierno estaba siendo duro. Largo, frio, oscuro... como todos los inviernos (o quizás éste un poco peor). Había motivos. Aunque el ánimo decayese, la cabeza siempre arriba. Y así, de repente, con esa altitud de miras, apareció.
Al principio como un destello, pero que rápidamente se hizo cada vez más potente.
Era un fogonazo. Un rayo de luz del Este, intenso, que iluminaba y calentaba todo a su paso. 
 
 
Y con todo su valor, y toda su ingenuidad, lo buscó, e intentó atraparlo, cuando bien es sabido que la luz no se puede coger... sólo admirar y dejar que te ilumine.
Y eso hizo.
Y le descubrió la inmensidad del mar. Y la profundidad de la selva. Y le mostró otras maneras de caminar, y de relacionarse.
Y le redescubrió a sí mismo. Porque esa luz iluminaba "hasta el alma".
 
 
Y así esta "fort rurosan", con su fuente a pleno rendimiento, y con el alma más encendida que nunca....
 

jueves, 20 de noviembre de 2014

NUNCA CAMINARÁS SÓLO

No suele ser fácil asumir ausencias de habitantes, aunque el poder asumir esa ausencia depende de muchos factores.
No es igual la ausencia de un habitante que pasa fugaz, intenta quedarse, pero no encuentra su sitio; a la de un habitante que se queda y perdura, forma parte importante del pueblo, dejando huella, pero que por circunstancias toma otro camino (y con el que siempre queda una puerta abierta a volverle a encontrar, y saber de su vida, y saber que es feliz); a la de un habitante que físicamente se va para no volver. Esa es más difícil. Para esas pérdidas no estamos educados.
En realidad si estuviésemos educados en tener conciencia de que el camino no es infinito; que el día que acaba no va a volver a pasar; que cualquier pasar es eso, pasar y suceder, y no se puede retroceder; y supiésemos sacarle el jugo a esos sucederes. Exprimir las vivencias, las enseñanzas de esos habitantes, tan sabios muchas veces, conseguiríamos ser más plenos, "pueblos" más completos.
"Fort Rurosan" intenta, al menos, ser consciente de ello, aunque a veces es difícil, y se pierda en senderos que no le llevan a ninguna parte. Intenta, al menos, ser consciente y disfrutar de sus habitantes mientras están, para que quede su esencia, y ser un cúmulo de ellas.
De esta forma está seguro que, nunca caminará sólo.
 
Y por supuesto, en su esencia, están los valores y enseñanzas que uno de los habitantes más importantes que han pasado y pasarán por él('por mí), le ha dejado:
 
YAYO "TENTE": gracias por enseñarme a ser honesto, trabajador, humilde y sobretodo, buena persona.
Estés donde estés (seguro que con tu Kika), te has dejado un cachito en mi. ;)

jueves, 17 de octubre de 2013

SUNSET / SUNRISE


A veces, y dependiendo del sitio, es dificil solo con mirar el sol saber si está amaneciendo o atardeciendo, y al final, simplemente es cuestion de actitud el tener la sensacion de acabar o de empezar ciclos.
O quizas el fin de un ciclo coincide con el comienzo de otro.
Quizás, el comienzo del verano, no presagiaba los nuevos horizontes que se iban a abrir. Sólo se esperaba de él un periodo para coger fuerzas y empezar un nuevo año. Un año de asentar nueva ubicacion, de consolidar expectativas/horizontes. El caso es que al final en un pueblo que está vivo, siempre hay movimiento, y a pesar de estar en reposo, la alerta está activada. Y por circustancias del vivir, aparecen nuevos campos verdes que sembrar; nuevos sabios que aportan nuevos conocimientos; nuevos habitantes que aparecen con fuerza y se van; otros que aparecen con fuerza y se quedan y otros que no saben si van o vienen.... Nuevos componentes en el foro que decide todo (o casi todo), porque ya es sabido que el rumbo del camino a veces no sigue el horizonte que se persigue, y que hay factores externos que lo pueden desviar, y eso hace necesario aprender a convivir con cierto sentimiento de frustación, pero siempre con ese sabor agridulce de haber luchado todo por alcanzarlo.
Con esas premisas,  Septiembre acaba, y empiezan los campos a funcionar (los nuevos y los resembrados); el gallo vuelve a cantar temprano; el pueblo vuelve a amanecer antes de la salida del sol, y a parar despues de la puesta de éste. La fuente vuelve a fluir, todo vuelve a fluir...

martes, 23 de julio de 2013

SUMMER TIME


Por las ventanas de las casas entraba los chillidos de las chicharras; la intensa calima; el olor a arena y a agua del mar. No cabía duda, había llegado el verano.
Y el pueblo, como todos en verano, tenía su actividad cambiada, ya que es una buena época para descansar, desconectar, reconectar con el mundo y comenzar nuevos proyectos.
Atrás quedaban unos meses muy intensos, que aun dejaban huella, cada vez menos, pero que su marca nunca se borrará.
Las puertas del colegio estaban cerradas, aunque sus ventanas estaban abiertas, para que las clases se aireasen, y los conocimientos que allí se discutían, siguieran fluyendo.
Los verdes campos, estaban ahora segados, después de recoger su fructífera cosecha, y a la espera de que las semillas plantadas, volvieran a brotar en frutos cada vez más provechosos.
La gente hablaba relajadamente entre ellos. Unos deshacían equipajes, pensando en su siguiente destino, mientras otros guardaban bañadores en sus mochilas.
Un abuelo le contaba a su nieto una preciosa historia de dos elefantes que se juntaron, y se separaron, por cuestiones de la vida, mientras el niño abría el grifo y llenaba un gran vaso de agua, agua limpia, refrescante y cristalina….

Y a lo lejos se escuchaba una canción….